La insurrección del Cabildo Tepozteco: 1,2,3… declaramos la guerra a David Demesa

OPINIÓN.- Hace unos meses parecía que todo iba viento en popa para el H. Ayuntamiento de Tepoztlán 2022-2024. Los regidores y regidoras aprobaban sin quejarse y sin interesarles el beneficio del pueblo, aprobaban todo cuanto el presidente municipal y su gente de confianza les indicaban. 

En Tepoztlán, parecía haberse instaurado un sistema presidencialista radical y absolutista; y eso –evidentemente–, mantenía contento al alcalde; más no así a las y los tepoztecos, que desde ahí, y hasta ahora, mantienen un sentimiento de aversión en contra de quienes hoy están en el poder. 

Sin embargo esto parece estar terminando, el acto por el que el total de regidores y regidoras de nuestro H. Cabildo Municipal, parecen haberse dado cuenta de su error, y en un acto de justicia para el pueblo, han invalidado el acta de cabildo del 4 de enero del presente año, en la que se otorgaban facultades extraordinarias al presidente municipal para celebrar, a voluntad (o eso parece) y con libertad convenios con empresas e instituciones privadas, con las instituciones del gobierno estatal y con sus dependientes. 

No sabemos por qué o cómo es que se dieron cuenta, pero ese acto que el 4 de enero el cabildo aprobó, era un acto de unilateralidad tendiente  a convertir al presidente David en el absoluto controlador de las relaciones de nuestro Ayuntamiento con el Gobierno del Estado, sin la limitante de pasar estos actos a las comisiones del cabildo. 

No se puede calificar el acto de invalidación como un acto heróico del cabildo de Tepoztlán, pero sí se puede calificar como el primer acto de rebeldía de los cinco empleados públicos que llegaron ahí para equilibrar el poder; y además, como un acto en el que se nos deja ver que las cosas no van del todo bien entre los ‘regis’ y el presidente, su síndico y su secretario. 

Eso es cierto. 

Ahora bien, si analizamos la forma en la que Demesa Barragán arribó a la presidencia municipal, vamos a encontrar que, él no llegó a la cabeza del H. Ayuntamiento por ser el más preparado, ni diligente, ni diplomático; sino que llegó resultado de la coyuntura formada a raíz de dos factores más: primero, la llegada a Morena de un candidato que no tenía arraigo o identificación con el pueblo; y el repentino cambio de candidato en el Partido del Trabajo, a razón de todos sabemos qué. 

El actual presidente municipal no es el mejor en el uso de la palabra, ni tampoco es el mejor para mediar conflictos, ni tampoco en socialización; en resumidas cuentas, el presidente municipal es alguien a quien la suerte le sonrió bastante; porque recordemos que esta es la tercera vez que competía, pero creemos firmemente que será la última vez que lo veamos representando al pueblo de Tepoztlán y a los tepoztecos; y no es por echar sal, sino por ser objetivos en la valoración del desarrollo de la actual administración pública municipal. 

Y es que si estuviéramos en el lugar en el que actualmente se encuentra la actual administración pública municipal estaríamos perdidos, así como ellos están. A esto hay que sumarle que hoy ya están a todo lo que dan las acciones de todos aquellos que ‘suspiran’ a obtener una candidatura. Así las cosas…