(OPINIÓN).- "El Pipiolo" saltó a la fama la semana pasada, tras ser capturado cuando celebraba que -presuntamente- "había prendido el cerro".
El martes pasado, por la madrugada, nos sorprendió un incendio en el paraje denominado Los Corredores, del Parque Nacional "El Tepozteco". Al día siguiente, los grupos cívicos forestales comenzaron a atender la emergencia. Por la tarde-noche, el presidente municipal, David Demesa Barragán, en rueda de prensa dijo que el presunto responsable era "un vecino de Tepoztlán, del pueblo de San Andrés de la Cal", que "en el estado de las drogas", había cometido tal atrocidad.
El detenido fue, según el alcalde, "puesto a disposición" (luego supimos que únicamente se le imputó el delito de resistencia de particulares), por lo que, 48 horas después de su arresto, fue dejado en libertad por un juez que consideró que el delito no era grave, que faltaban elementos y que existían deficiencias en el Informe Policial Homologado (IPH). En ese lapso nadie quiso iniciar denuncia.
Al ser liberado, el presunto culpable, del que ya supimos la identidad, regresó a Tepoztlán, y casualmente regresó a la zona de Los Corredores; lo que evidentemente provocó la ira de los pobladores, que otra vez lo retuvieron y escoltaron a La Casa del Pueblo (sede de la policía y la cárcel municipal).
Hasta dos días después de la detención de Josué "El Pipiolo", la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) delegación Morelos presentó denuncia en su contra y de quien resulte responsable por delitos contra la biodiversidad,
Este es el hecho, pero valla que esta semana "El Pipiolo" se convirtió en el personaje.
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