El escarabajo que podría resistir a un auto pasándole encima. - Miguel Cortés Guzmán

 

Por: Miguel Cortés Guzmán | Para leer más de este autor, clic aquí. | 

Para cualquier ser vivo ser atropellado por un automóvil es, en la mayoría de casos; sinónimo de muerte, pero, hay un insecto, que realmente puede aguantar todo ese peso pasándole por encima, e incluso… más.

Se trata del “Escarabajo diabólico” (Phloheodes Diabolicus), escarabajo endémico del continente americano. En un estudio publicado por la revista Nature, se encontró como características de su resistencia, la rigidez, y capacidad de reacomodar ciertas partes de su exoesqueleto, en determinadas circunstancias.

El estudio que fue liderado por Pablo Zavattieri de la Universidad de Purdue, arrojo como resultados, que la increible resistencia de este insecto, reside en la fusión y densificación de sus élitros (capas exteriores del exoesqueleto, que, como por ejemplo, protegen las alas de las mariquitas y escarabajos comunes).

Las suturas del exoesqueleto, dan como resultado mayor resistencia, siendo estas como un rompecabezas, esta estrategia biológica puede llevar a la imitación, y construcción de varios artefactos, como turbinas, grúas, entre otros, que están dedicados a resistir altas presiones.

Para probar la resistencia de la coraza del escarabajo, se aplicó un compresor de medición con placas metálicas, el resultado arrojo, que antes de partirse, la presión aplicada fue de 150 newtons, esto es lo equivalente a unas 39mil veces el peso de este insecto. Por otra parte, si consideramos que un coche pasándole por encima, “apenas” causa 100 newtons, para este escarabajo, es solo una anécdota que contar, y nosotros, mucho que aprender de  su estructura.

Durante el estudio se pudo observar, que cuando el escarabajo está bajo presión, las suturas en forma de rompecabezas ofrecen al escarabajo dos líneas defensivas; Las intercepciones de las suturas se bloquean para impedir que las suturas en forma  de rompecabezas se salgan, y la segunda; las suturas y las hojas se laminan para malearse (deformarse) y evitar que se fracturen tan fácilmente, o en su totalidad.

“Nuestro estudio – concluye Zavatttieri – demuestra que podemos pasar del uso de materiales fuertes y frágiles a otros que pueden ser fuertes y duros al disipar la energía cuando se rompen. Eso es lo que la naturaleza ha permitido que haga el escarabajo diabólico acorazado”.