Atentados contra personal sanitario en tiempos del coronavirus

Por Al Cortés.

En tiempos del COVID-19, de quién depende nuestra vida sino del personal sanitario (médicos, enfermeras y demás trabajadores en los centros clínicos), quienes renunciando a su propio tiempo y familias, y debe decirse, poniendo en riesgo su propia vida al enfrentarse a un enemigo invisible y poderoso, atienden a los infectados que a día de hoy aumentan de a por lo menos mil por día en México.

La pandemia es cierto, nos tomó por sorpresa y causó en nosotros un pánico que, a veces tenemos miedo de afirmar, pero que está más que justificado, porque, el SARS-Cov-2, ha cobrado la vida de cientos de miles en el mundo e infectado rápidamente a las poblaciones del mundo. De este modo lo natural es que, los trabajadores y los prestantes de servicios que no pueden detenerse, tal es el caso de los proveedores de productos necesarios para la supervivencia y, por supuesto del personal de la salud; tuvieran, una participación remarcable, digna de reconocimiento social de quienes gracias a ellos podremos salvar nuestra vida. Pero no, la realidad es que ciertos sectores de la población mexicana, en un arranque de pánico, natural pero injustificable, han atacado a los miembros de los servicios de salud. 

Ejemplo de esto las agresiones a enfermeras en el estado de Jalisco, en donde ahora, y por temor a volver a ser violentadas, de los hospitales deben salir cuál civiles; otro caso, el de los prestantes del servicio de transporte público, que se niegan a abordar a médicos y enfermeras, o incluso a quien ven protegiéndose con una mascarilla. En los casos más graves encontramos, aquellos en los que los vecinos de unidades habitacionales donde también residen miembros del personal sanitario, a quienes mediante mensajes escritos en cartulinas se les ha dicho: No vuelvas a casa.

El más grave de los eventos, hasta este momento, es aquel en que tres médicos de guardia en el estado de Morelos, fueron privados de la vida.

Las agresiones a los sanitarios en México han aumentado a causa del coronavirus; situación distante a lo que ocurre en países distintos al nuestro, como en España, en donde en punto de las ocho de la tarde las personas salen a las ventana de su casa para para regalar varios minutos de aplausos a manera de agradecimiento por su labor encomiable y arriesgada, pero evidentemente, de amor puro a la humanidad. Hagamos lo que en Europa y en lugar de violentar al personal de la salud, agradezcamos a diario a ellos.